Había leído alguna vez que ésta era la mejor novela del reciente Premio Nobel Vargas Llosa, y debo confesar que es la mejor de las que he leído, que no son muchas.
Santiago y Ambrosio, dos viejos conocidos, se reúnen en el bar «La Catedral», y comienza una conversación que es el hilo narrativo de la obra. Todo gira en torno a la época de la dictadura peruana del general Odría hacia mediados del siglo pasado. Tramas políticas, familiares y amorosas, todas juntas y revueltas.
Lo que se puede destacar de la novela es su estilo. ¡Qué difícil debe ser escribir así! En un mismo párrafo (sobre todo en la primera parte de las cuatro que componen la obra) se mezclan conversaciones diferentes y de diferentes épocas. Incluso un mismo personaje, en épocas diferentes habla en diferentes conversaciones… En cuanto el lector se acostumbra, se empieza a disfrutar de un auténtico malabarismo literario. Y para los lectores españoles se puede hacer complicado leer algo escrito en peruano: un montón de palabras debí buscarlas en el diccionario.
Un 8 de nota.
Pensando...Pensando 