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Ante la petición de uno de mis lectores y con el objetivo de que estéis informados de todo lo que se publica en mi blog, he colocado una nueva pestaña en la columna derecha para que podáis ver los últimos comentarios que escribís. Espero que os guste.

Published in: on septiembre 29, 2008 at 10:16 am  Comments (3)  

Hacia rutas salvajes

Cómo se nota que a Jon Krakauer, el escritor de esta novela biográfica le exigieron una longitud mínima determinada de la obra (o al menos da esa sensación). Y es que hay ratos repetitivos, otros idénticos y otros que sobran.

La historia va de que un tal Christopher McCandless emprende un viaje hacia Alaska sin demasiados medios que hagan asegurar que volverá con vida. El escritor pretende explicar al lector las razones que llevaron al chico a vivir esta aventura y las causas del desenlace de la historia.

Al parecer, Krakauer es alpinista, por lo que esto de las aventuras arriesgadas lo lleva muy dentro, y eso le lleva a sentirse identificado con McCandless y a despreciar a todo el que le llamó imprudente o loco. El libro tiene fases pseudo-frickies, en las que el contacto con la naturaleza y con el peligro parecen los eventos fundamentales de la vida de todo ser humano.

Sí, está bien escrito, y es interesante saber por qué pasó todo. Aprendes alguna cosa de los aventureros, pero poco más. Le queda mucho para llegar al nivel de Kerouac, al que parece tener como referencia.

Me han dicho que la película, dirigida por Sean Penn, está mejor que el libro.

Nota de la lectura: 4 

Published in: on septiembre 28, 2008 at 10:18 pm  Deja un comentario  

Datos inútiles XI

Aquí va un dato inútil que llevaba tiempo en mi mente. El vodka, esa bebida alcohólica que relacionamos rápidamente con Rusia, está hecha, sin tener en cuenta unos cuantos ingredientes que aparecen de manera insignificante en la composición, de agua y alcohol (de hecho en ruso podría traducirse como agüita) y se puede destilar de cualquier planta rica en almidón. Otro dato inútil y curioso es que es la bebida más popular en países como El Salvador.

Published in: on septiembre 28, 2008 at 1:25 am  Deja un comentario  

Turquía: mitos y mitos

Ya era hora de que escribiera sobre este fantástico viaje que hicimos mi novia y yo del 8 al 15 de septiembre. Ya estaba la gente a las puertas de mi casa con pancartas reclamando este post. Aquí lo tenéis.

El viaje empezó de nuevo sin dormir y con mi eterno miedo a los aviones: no sé si es miedo a las alturas, a volar, a los aviones, a morir,… Lo único que sé es que lo paso fatal. El viaje muy largo, el avión incómodo, pero en cuanto llegamos al aeropuerto de Nevsehir (Capadocia), todos los males se fueron. El paisaje no era gran cosa, pero el hecho de estar en Turquía ya era suficientemente emocionante. Nada más llegar conocimos a nuestro guía durante los días de Capadocia, Mehmet, que hizo todo lo posible por hacernos la estancia agradable. Poca cosa este primer día: primeros contactos con la comida turca y con las chimeneas de hadas, esas formaciones volcánicas tan características de la zona. Llegamos al hotel, uno de los temores para cualquier visitante a Turquía. Sólo decir que tanto en Capadocia (Hotel Burcu Kaya ****) como en Estambul (Hotel Prince ****) los hoteles eran de una calidad similar a los hoteles de cuatro estrellas que nos podemos encontrar en muchos sitios de España.

A grandes rasgos, durante los dos siguientes días, disfrutamos de los fabulosos paisajes de chimeneas de hadas de la zona. Dos días son suficientes, más tiempo puede hacer la visita muy monótona. El valle de Goreme, con su complejo monástico con pinturas rupestres, una ciudad subterránea de 7 plantas, una ciudad abandonada,… Destaco, sobre todo, grandes momentos: cerveza turca en una casa típica excavada en una chimenea de hada acompañada por la música hecha por nuestro guía con un instrumento típico de cuerda de Turquía; el espectáculo de bailes folklóricos; el paseo por las chimeneas intentando encontrar parecidos a las mismas; los primeros regateos en los mercadillos,… momentos que tardaremos en olvidar. Quizá sobren las visitas a las fábricas de cerámica y joyas, pero los turistas debemos asimilar este tipo cosas. A destacar también todo lo que hemos he aprendido sobre la historia, costumbres y cultura turca. Creo que es en esta etapa de nuestro viaje donde más me acordé de lo leído sobre este país en las novelas de Orhan Pamuk: pueblos deshabitados, tristes, con miradas desconfiadas y curiosas. No obstante, en ningún momento sentimos incomodidad, sino todo lo contrario. Creo que empiezan a estar acostumbrados a la presencia del turista, y eso se nota.

Al cuarto día llegaba la tan deseada llegada a Estambul. Otro mal trago en el avión, y con los pies en el suelo, preparados para disfrutar de la ciudad más bonita que yo he visto nunca. La Mezquita Azul, el museo de Santa Sofía (vaya mosaicos), la Cisterna de la Basílica, el Gran Bazar, la Torre de Gálata (de noche es muy recomendable), el Palacio de Topkapi (si no se entra al Harem, no merece la pena), el Bósforo (el crucero el último día fue magnífico), el Bazar de las Especias, el Palacio de Beylerbeyi,… acabamos agotados.

Probamos el Narguile (pipa de agua) acompañado de un té turco y de música tradicional, nos dimos un baño en un Hamam, regateamos hasta la extenuación, comimos Kebab,… creo que no nos quedó mucho por hacer de lo imprescindible para un buen turista. A todo esto hay que añadirle que nuestro viaje coincidió con el Ramadán. Nos impresionó sobre todo el momento del rezo antes de ocultarse el sol, el momento que marca el inicio de la alimentación de los musulmanes durante estos días. Durante el fin de semana, las familias se reunen enfrente de las mezquitas, y con su plato preparado, esperan a la llamada para poder empezar a masticar. Por cierto, los pelos de punta con las llamadas a la oración, una mezcla de temor, respeto y admiración recorre tu cuerpo.

Pocas conclusiones más: gente, en general, muy amable, el agobio en el Gran Bazar es menor que el que nos esperábamos, no todas las chicas van con burka (esto ya lo suponíamos), no son tan guarros como dicen, no es tan barato como comentan y es más bonito de lo que nos podíamos imaginar. No entendía muy bien por qué la gente quiere volver siempre a Estambul. Volveremos seguro.

PD: Basta ya de que los españoles vayan por el mundo creyéndose que tenemos la mejor cultura, la mejor gente, la mejor música, la mejor fiesta, la mejor comida,… Odio (esto podría ir en otra sección del blog) que haya gente que desprecie por sistema lo ajeno. No se dan cuenta que podemos ofender o herir a alguien.

Published in: on septiembre 27, 2008 at 5:24 pm  Comments (6)  

Ciencia y religión

Stephen Hawking, profesor británico de física teórica en la Unversidad de Cambridge, dijo ayer en una conferencia de prensa lo siguiente:

«La ciencia no deja mucho espacio para milagros ni para Dios«

La frase habla por sí sola.

Published in: on septiembre 25, 2008 at 12:23 pm  Comments (3)  

Ella

El pasado 4 de septiembre cumplí 10 años junto a mi novia. Teniendo en cuenta que tengo 26 años, llevo casi el 40% de mi vida a su lado. Parece mucho, ¿verdad? Pues me parece a mi que este porcentaje no parará de subir.

Tras todo este tiempo, lo que tanto ella como yo tenemos claro es que queremos pasar el resto de nuestra vida el uno junto al otro. Alguien podría decirme que lo que nos une es costumbre de amor, pero os aseguro que es amor de verdad, renovado cada minuto que paso con ella.

Ambos hemos cambiado, hemos madurado, y quizá la chica de la que me enamoré cuando tenía 16 años ahora no me gustara. Pero su evolución ha sido positiva, y esta evolución ha ido engranada con una evolución de nuestra relación.

Hemos llorado, hemos reído, hemos sufrido, hemos crecido, hemos peleado, hemos… todo esto juntos.

10 años dan para mucho: una carrera universitaria para cada uno, las primeras experiencias laborales,…todo lo he vivido junto a ella, y quiero seguir haciéndolo. Así soy feliz, y de otra manera seguro que no lo sería. Hay gente que me dice que me he perdido cosas al tener novia desde tan joven, pero no tengo esa sensación, sino todo lo contrario.

No imagino mi vida sin ella, no sería yo.

Tras tres semanas juntos las 24 horas del día, nos hemos dado cuenta de que la necesidad de vivir por fin juntos apremia. Cuando pasamos tanto tiempo juntos nos llevamos todavía mejor.

En los últimos años, mis objetivos vitales han cambiado, pero el que no cambiará nunca es el de hacerla feliz lo que me queda de respirar.

Published in: on septiembre 23, 2008 at 2:45 pm  Comments (3)  

La contravida

Una lástima que esta novela de Philip Roth no me haya enganchado del todo, y os explico por qué: no he tenido continuidad en la lectura porque ha coincidido con mis vacaciones. Creo que si llego a leerlo del tirón podría decir más cosas positivas del libro.

La historia va de…me acabo de dar cuenta que es muy difícil explicarlo. Un escritor judío intercala historias reales e inventadas sobre su entorno más cercano, confundiendo al lector hasta pasada la mitad de la novela. Principalmente, sorprende que dicho escritor asocie acontecimientos de su propia vida a otras personas. Además, modifica su propia vida, exagerando actitudes ajenas y propias. En algún pasaje del libro, me vi desconcertado y confuso: ¿realidad novelística o ficción total? Todo este entramado me pareció tremendamente original y acertado.

Por fin he leído algo sobre el judaísmo desde ese lado, es decir, contrastando diferentes opiniones y vertientes, todas ellas sionistas. Ha sido interesante, ya que las televisiones y demás siempre nos enseñan que los judíos sufrieron mucho con el nazismo y que en la actualidad son los malos porque tienen todo el dinero yanky y matan a palestinos. Pues parece ser que hay algo más.

No he encontrado nada que le pueda reprochar al escritor. Puede ser que ciertos diálogos y disertaciones puedan parecer demasiado espesos, pero es que el tema lo requiere, creo yo.

En conclusión: literatura original e instructiva. Al parecer tiene alguna novela más que merece la pena.

Nota: 7

Published in: on septiembre 23, 2008 at 9:49 am  Deja un comentario  

El bolivariano

Pensaba empezar hoy a escribiros sobre mi paso por Turquía, pero no ha sido un buen día: me he dormido y he llegado tarde, me he tenido que afeitar la barba de 25 días sin ver la cuchilla, me he comido el atasco del siglo por culpa de la lluvia, y tenía 2200 correos en la bandeja de entrada de mi cuenta del trabajo. Estoy cansado, pero os dejo la perlita que soltó hace unos días por su boca el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en una de esas reuniones que tiene antes miles de personas al más puro estilo Castro:

«Yankis de mierda, váyanse al carajo cien veces«

Lo de este tío es obsesión.

Published in: on septiembre 22, 2008 at 10:09 pm  Deja un comentario  

Diálogo en el cine

Ya estoy de vuelta de mis vacaciones, y mañana llegará la depresión de madrugar, afeitarse, ponerse la camisa y a la oficina. Tantas y tan buenas vacaciones pueden ser contraproducentes, pero yo creo que al final compensan. Bueno, ya os iré contando cómo me ha ido en estas tres semanas. Antes quería escribiros una anécdota que me contó un amigo el otro día.

Mi amigo trabaja en un cine y, entre otras cosas, acomoda salas, que consiste en colocarse a la entrada de la sala e indicarle a los clientes dónde está su asiento y, si procede, acompañarles hacia el mismo. Pues bien, después de 5 horas diciendo frases como «zona lateral izquierda, cuarta fila, los asientos pegados al pasillo» llegó el cliente gilipollas. Tras indicarle dónde estaba su asiento, el tontolapolla dijo: «gracias, pero sé leer».

¿Cómo puede haber gente tan imbécil? ¿Qué les dieron de comer de pequeños? ¿Cuántas almorranas tienen en el culo para tener ese humor? ¿Quién coño se creen?

Published in: on septiembre 21, 2008 at 8:00 pm  Comments (1)  

Datos inútiles X

Después de la semana en Turquía y antes de irme mañana a la playa, no quería irme sin escribir algo. No me da tiempo a contaros cómo me ha ido por allí, ya os lo contaré con más tiempo y reflexión.

Un dato inútil de esos típicos de por aquí. El otro día escuché en la tele la palabra bosniaca refiríendose al gentilicio de las habitantes de la república ex-yugoslava de Bosnia-Herzegovina. Siempre había pensado que el gentilicio era bosnio/a. Pues bien, no sólo está permitido bosnio/a y bosniaco/a, sino también bosníaco/a. Ahí queda eso.

Published in: on septiembre 15, 2008 at 10:23 pm  Comments (1)