Un librito corto es siempre agradable, y más si es de Dickens.
Son una serie de relatos cortos de viajes de un comercial, pero sin propósito laboral, puramente observacional. Humor, análisis crítico de la sociedad y del ser humano y un poco de fantasía son los componentes fundamentales de las historietas, con un punto autobiográfico que le da cierto encanto.
No tiene el suficiente volumen como para tener buena nota, pero cada línea suda calidad y madurez literaria. Un 6,5 de nota.
Cuando comencé esta novela y pensé en escribir algo en el blog, creí que sería más interesante la historia de cómo llegó a mis manos el libro que la historia contada en el mismo. No ha sido así. Pese a todo, os cuento.
A un amigo le dejaron el libro. El título, el argumento y la portada no son nada sugerentes. Me pidió que me lo leyera y luego le contara de qué iba para que el dueño de la novela no descubriera la realidad. Así que, como el amigo empollón que todo el mundo ha tenido, cedí, y el pasado domingo comencé la lectura.
Estamos a comienzos de los años 60 en un pueblecito del estado de Misisipi. Martin Luther King comienza a sacar la cabeza. Dos criadas negras y una señorita blanca deciden arriesgar sus futuros y enfrascarse en una aventura literaria que podría romper con la situación actual que viven los negros en ese pueblo en concreto y en el mundo en general. Tanto las negras como la blanca ven peligrar sus vidas, al menos tal y como son ahora.
Está bien escrito, se hace ameno y, tras una lectura continuada, te engancha y te emociona.
Merece un 7,5. Ah! y lo de la portada con un plato de pastitas y el título con tipografía de novela rosa tienen su explicación… no cuento más.
Supongamos que, por ejemplo, a Kobe Bryant, cada pocos segundos le dan espasmos y echa espuma por la boca. ¿Se podría decir que tiene la posesión cada 24 segundos?
Que no, que no es un post más de esos reivindicativos con un tufo izquierdoso y comprometido que echa para atrás. Es el título de un comic que he leído hace bien poco y, como de costumbre quería contároslo.
El autor es un tal Joe Sacco, que al parecer es un tipo reconocido en este mundillo. Hace unos años visitó esta zona tan conflicitva del planeta para contarnos la versión palestino casi exclusivamente. Parece ser que él mismo está cansado de oir en Estados Unidos sólo la versión judía, y así justifica que sólo nos cuente una cara de la moneda.
A través de una serie de entrevistas con población palestina, vamos conociendo cómo ha sido el conflicto en los últimos años, pero desde un punto de vista muy terrenal y personal. Nada de grandes decisiones o de enfrentamientos a gran escala, sólo historias particulares.
Es cierto que, de vez en cuando, y para poner al lector al día, existen pasajes de la obra en los que se nos cuenta el conflicto desde una esfera superior, pero sólo con el objetivo de poner el escenario. Lo importante, sin embargo, son las historias particulares.
No estoy muy acostumbrado a leer comics, y se me suelen hacer pesados. A éste le daré un 7.
Ayer mismo escuché una de esas frases absurdas que me hacen tantísima gracia. Fue en la radio, en uno de esos programas para graciosillos que emiten por la mañana:
Si viajo a Perú en un avión excelente, cómodo, en el que el personal del aparato me atiende a cuerpo de rey, ¿se podría decir que es el mejor vuelo de aquí a Lima?
Es lo que tienen las altas espectativas, que al final no se cumplen. Mis anteriores lecturas de F.S. Fitzgerald habían sido muy positivas, pero esta vez creo que me ha pillado en mal momento.
El gran Gatsby narra las andanzas de un tipo con una riqueza cuyo origen se desconoce y que promueve toda serie de habladurías entre la alta sociedad neoyorquina de los años 20 del pasado siglo. Trata de recuperar un amor de juventud, Daisy, a su vez casada con Tom, que a su vez tiene un lío, que… un follón digno de una telenovela venezolana pero en versión acelerada. Como viene siendo norma habitual en este novelista, la cosa no acaba demasiado bien.
La narrativa es correcta, el tema interesante, pero oye, que no me ha enganchado ni un poquito.
Un 6,5 de nota es más que suficiente.
Pensando...Pensando 