Mil soles espléndidos

Otra novela desgarradora del afgano Khaled Hosseini. De esas que avanzas inconscientemente hasta el final de la página con la impaciencia de conocer el desenlace de cada escena.

La historia va de mujeres, mujeres afganas. La vida de ellas ha cambiado desde los años 60 hasta ahora gracias a la sucesión de gobiernos y guerras que han asolado este país. Como ejemplo, ahí quedan las vidas de las protagonistas, Mariam y Laila. Burkas, rezos, golpes, muertes, llantos, rebeliones,…

Cada capítulo te lleva a una reflexión, y cada frase última de cada capítulo es una metáfora de la vida. Novela sencilla por su vocabulario que te atrapa sin más.

Son preciosos los versos sobre Kabul que le dan título a la obra, y me veo obligado a escribirlos:

Eran incontables las lunas que brillaban sobre sus azoteas,

o los mil soles espléndidos que se ocultaban tras sus muros.

Espero que, para su próxima novela, el escritor cambie un poco su temática, pero ha sido muy interesante conocer un poco más su país.

Otro libro que pide a gritos la adaptación cinematográfica. Creo que se merece un 8.5 de nota.

Datos inútiles XXII

Hoy es día 14 de febrero, San Valentín, el día de los enamorados. Aunque mucha gente atribuye la creación de esta fiesta a El Corte Inglés, su origen se remonta al siglo III d.C. Durante el gobierno de Claudio II en el Imperio Romano, se prohibió el matrimonio porque se pensaba que un soldado iría a la guerra más fácilmente si no tenía ningún compromiso que cumplir. Un cura cristiano (San Valentín) casaba a las parejas en secreto, y, por ello, fue ejecutado el día 14 de febrero. Según la leyenda, se plantó un almendro cerca de su tumba, y por ello, este árbol es hoy el símbolo del amor y de la amistad. Al parecer, los honores al santo sustituyeron a una tradición de orígen pagano en la que, en honor al dios romano Lupercus se sacrificaban animales y se fustigaba con látigos a las mujeres para que se les concediera la gracia de la fertilidad. No fue esta los siglos XVII y XVIII cuando se extendió desde los países de habla inglesa la tradición de regalar cosas y asociar el día de San Valentín al Día de los Enamorados.

Un geólogo

Si un geólogo tiene piedras en el riñón, ¿se podría decir que lleva la profesión por dentro?

Bitter Kas

Una pregunta de estas sin respuesta: ¿Por qué a la gente de más de 45 años le gusta esa bebida amarga de color rojizo comercializada por Kas y a la que llamamos Bitter? ¿Cuánta gente de menos de 25 años la ha probado? De nuevo, inquietante.

Los cuernos de los vikingos

Una de las cosas que aprendí cuando estuve en Noruega es que los vikingos, esos navegantes escandinavos que vivieron entre los siglos VIII y XI, no llevaban cuernos en sus cascos, o al menos no se han encontrado restos de tales artilugios. Al parecer, el hecho de ponerles cuernos es un invento del teatro del siglo XIX.

Datos inútiles XXI

Podría haber metido esto en Leyendas Urbanas, pero he decidido ponerlo aquí porque me da la gana. Aquí os escribo los verdaderos 10 mandamientos cristianos que podéis comprobar vosotros mismos en La Biblia (Éxodo).

1.- No te postrarás delante de ningún otro dios.

2.- No te fabricarás dioses de metal fundido.

3.- Observarás la fiesta de los Ácimos.

4.- Durante seis días trabajarás, pero el séptimo día deberás descansar.

5.- Celebrarás también la fiesta de las Semanas, la de los primeros frutos de la cosecha del trigo; y además, la fiesta de la Recolección, al término del año.

6.- Tres veces al año todos los varones se presentarán delante del Señor, el dios de Israel.

7.- No ofrecerás nada fermentado junto con la sangre de la víctima sacrificada en mi honor.

8.- No quedará para el día siguiente la víctima inmolada en la fiesta de la Pascua.

9.- Llevarás a la casa del Señor, tu Dios, lo mejor de los primeros frutos de tu suelo.

10.- No harás cocer un cabrito en la leche de su madre.

Es para flipar. También es verdad que previo a esto, al parecer Dios le dio otras pautas a Moisés, entre ellas la de no matarás o no robarás, pero en La Biblia, lo que aparece como Las nuevas Tablas de la Ley es el listado anterior.

Hablando y andando

Seguro que a todos se os ha planteado la duda existencial acerca del movimiento humano provocado al hablar con nuestro teléfono móvil: ¿Por qué tenemos que andar cuando hablamos con el teléfono móvil?

De nuevo esa sensación

Ayer tuve un examen, el primero que hago de la carrera que he empezado este año. De nuevo experimenté esas sensaciones que creía olvidadas y que nunca volvería a vivir. Esos nervios previos, esa sensación extraña en el estómago y la vejiga (no puedo evitar las ganas de mear que me acompaña en estas situaciones), esa mezcla de alivio e incertidumbre al entregar el examen con mis respuestas…

Pero había algo diferente. No noté esa presión que podía conmigo cuando estudiaba Física, quizá porque notaba que tenía a demasiada gente pendiente de los resultados y porque parecía que me estaba jugando mi futuro. Ahora es cosa mia, si suspendo no pasará nada, sólo que tendré que volver a estudiarme lo mismo, pero nada más.

Así da gusto estudiar.

Del amor y otros demonios

Volviendo a lo que decía Josele sobre este blog, vuelvo a comentar otro libro que acabo de terminar.

Después de El libro negro, debía elegir uno cuya sensación de decepción tras terminarlo no fuera excesiva (en la literatura más que en otras cosas, las comparaciones son odiosas), así que cogí uno de García Márquez.

Debo reconocer que el libro no es muy original: una niña rabiosa y/o endemoniada es encerrada en un convento mientras el exorcista intenta solucionar las dudas que provoca la enfermedad de la niña y sus dudas existenciales.

Todas las novelas de Gabriel García Márquez se distinguen muy de lejos por su prosa mágica y sus ambientes palpables, pero esta novela es nueva en esto: he olvidado durante gran parte de la lectura que estaba escrito por el genio colombiano. La presencia de la novela caballeresca y del teatro español del Siglo de Oro me ha hecho evadirme sobre la autoría de la obra. Una temática supuestamente centrada en los problemas socio-religiosos de los países colonizados por España en Sudamérica se ha visto intencionadamente afectada por una historia muy al estilo español.

Como siempre con este autor, la nota merecida es buena, un 8.

¡Campeón!

Lo diré sólo una vez y no quiero comentarios del típico graciosillo, sino comentarios de apoyo ante mi problema. Odio que me llamen campeón, ya sea de buenas o de malas. También odio que me llamen chaval, aunque este odio es bastante menor que el anterior.